A menudo, al revisar los extractos bancarios y de tarjetas de crédito, muchas personas se sorprenden al ver cuánto han gastado. Así podemos hacer una autoevaluación financiera. Para controlar mejor sus finanzas, una opción simple es llevar registros financieros personales, similares a los que utilizan las empresas. Estos registros ofrecen una visión clara de la situación financiera y pueden ser útiles para la planificación del presupuesto.
En general, existen dos tipos de registros financieros personales: el estado de flujo de caja personal y el balance personal. Mantener estos registros puede ser una herramienta valiosa para tomar decisiones financieras informadas y mantener un control adecuado sobre los ingresos y gastos.
Estado del flujo de caja personal
El estado de flujo de efectivo personal es una herramienta útil para comprender cómo entra y sale el dinero en tus finanzas durante un período específico. Para crear este estado, primero necesitas identificar tus entradas de efectivo, que incluyen tus salarios, intereses de cuentas de ahorro, dividendos de inversiones y ganancias de capital de la venta de valores financieros como acciones y bonos. También puedes incluir ingresos de la venta de activos como propiedades o automóviles. Básicamente, las entradas de efectivo son cualquier ingreso que recibas.
Por otro lado, las salidas de efectivo abarcan todos tus gastos, sin importar su tamaño. Estos pueden incluir pagos de alquiler o hipoteca, servicios públicos, compras de supermercado, combustible y entretenimiento, como libros, boletos de cine y cenas en restaurantes. La idea es calcular tu flujo de efectivo neto restando tus salidas de tus entradas. Si tu flujo de efectivo neto es positivo, significa que ganaste más de lo que gastaste durante ese período, dejándote con un excedente. Sin embargo, si es negativo, indica que gastaste más de lo que ganaste.
Entender este flujo de efectivo neto te permite evaluar tu situación financiera con mayor precisión y tomar decisiones informadas sobre cómo administrar tus ingresos y gastos para lograr tus objetivos financieros.
Balance personal
El balance personal es un recurso clave en el mundo financiero, ofreciéndote una imagen clara de tu situación económica en un momento dado. Este balance se compone de dos partes principales: tus activos y tus pasivos, y su diferencia resulta en tu patrimonio neto.
En cuanto a los activos, estos pueden dividirse en tres categorías principales: activos líquidos, como cuentas corrientes y de ahorro; grandes activos, que incluyen propiedades como casas y automóviles; e inversiones, como acciones y bonos. Registrar el valor de mercado actual de estos activos es crucial para obtener una visión precisa de tu patrimonio.
Por otro lado, los pasivos representan tus deudas y obligaciones financieras, como saldos pendientes de tarjetas de crédito, préstamos y facturas pendientes. Es importante tener en cuenta todas estas responsabilidades al calcular tu patrimonio neto.
Tu patrimonio neto es la diferencia entre tus activos y pasivos. Si esta cifra es positiva, significa que posees más de lo que debes, lo que indica una situación financiera saludable. Sin embargo, si es negativa, implica que tus deudas superan el valor de tus activos.
Para mejorar tu patrimonio neto, debes aumentar tus activos o disminuir tus pasivos. Esto se puede lograr mediante la adquisición de más activos, como invertir en propiedades o aumentar tus ahorros, siempre y cuando no aumentes tus deudas en el proceso. Del mismo modo, reducir tus pasivos, como pagar préstamos pendientes, contribuirá a fortalecer tu situación financiera.
Conclusión
Combinando los estados financieros personales, tienes una poderosa herramienta para manejar tus finanzas y fortalecer tu situación económica. El flujo de efectivo neto de tu estado de flujo de efectivo puede ser clave para aumentar tu patrimonio neto. Si experimentas un flujo de caja positivo en un período determinado, puedes utilizar ese dinero para adquirir más activos o reducir tus deudas. Esto te permite aumentar tu riqueza sin incrementar tus obligaciones financieras o disminuir tus deudas sin afectar negativamente tus activos. Es una estrategia inteligente para avanzar hacia tus metas financieras.